Ya seas un/a abogado/a, o cualquier otro tipo de cliente, es importante que conozcas la profesionalidad de la persona que contratas para llevar a cabo una investigación. El intrusismo existe en muchos sectores, y por desgracia, el de los detectives no está exento de él, como la Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE) lleva tiempo advirtiendo.
Causas y consecuencias del intrusismo
Los detectives legalmente acreditados aseguran que, en este caso, el intrusismo se trata de un problema intrínseco, que ha surgido en el seno del sector.
¿Cómo es esto posible? Pues, en primer lugar, según su entendimiento, las brechas nacen en distintas facetas de la profesión, desde los/as criminólogos/as hasta las academias, pasando por instituciones oficiales que ofertan cursos sobre cómo ser detective en un tiempo acelerado, sin un personal cualificado que avale esa formación. En segundo lugar, aparecen espontáneos anunciando en la red sus servicios de investigación sin tener conocimientos sobre la profesión, por lo que suponen una estafa.
Aunque el segundo grupo es menos peligroso para los clientes que el primero, ambos contribuyen a alimentar la mala reputación de los verdaderos profesionales del sector. Y es que no estamos hablando solo de la invalidación de una prueba, sino que puede derivar en algo mayor como la responsabilidad administrativa, civil y/o penal.
Mirar con lupa
Un/a verdadero/a detective aplica sus funciones en los principios de necesidad, proporcionalidad, idoneidad y razonabilidad, demostrando su profesionalidad. Su deber es pasar desapercibido, no solo físicamente, sino en el hecho de entorpecer y provocar el menor daño posible. Además de ser eficiente y eficaz, no debe apartarse del objetivo principal de la investigación en tramas secundarias, aun habiendo sido descubiertas, si no fue contratado para dicha labor.
Intruso detectado
Como en cualquier otro sector, se puede identificar a un intruso por su falta de conocimiento, pericia y/o actuaciones en contra de la profesión. En cuanto a falsos/as detectives se refiere, suelen fallar al no respetar la Ley de Seguridad Privada, ya que, por ejemplo, comenten el error de investigar lo que sucede en el domicilio del investigado/a. También, en el ejercicio de sus funciones suelen atentar al secreto de las comunicaciones, la protección de datos, así como al derecho a la intimidad personal, la intimidad familiar y/o al derecho al honor.
La Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE), nos recuerda que las responsabilidades del intrusismo están penadas con multas de hasta 30.000 euros, que recaen no solo en el intruso, también en la persona que solicitó la investigación. Según el Código Penal las condenas pueden ser por acoso (art.172), por estafa (art. 248) e intrusismo profesional (art. 403), mientras que por la vía civil se contemplan las demandas de protección a la imagen, al honor y a la intimidad.
Por supuesto, es mejor detectar a un intruso antes de contratar sus servicios y que sea demasiado tarde. Para no ser víctima de una estafa, solo necesitas solicitar su licencia del Ministerio del Interior, en una agencia física, además de contar con una copia del contrato que haga constar el objeto, precio y plazo acordados. Con estas sencillas pesquisas podrá estar seguro/a de que está tratando con un/a detective profesional o, por el contrario, se encuentra ante un intruso.